No tenemos dinero, pero... ¡¡¡SÍ TIEMPO!!!

No se puede negar que estamos viviendo momentos de cambios sociales, cambios que están dando lugar a una evolución del hombre muy importante, es más, yo diría que está dando lugar a una "revolución" pacífica, muy importante. Esta famosa crisis está consiguiendo aflorar sensaciones, sentimientos, actos, movimientos de mucha creatividad y de enorme solidaridad. 

Están surgiendo soluciones anticrisis por todos los rincones del planeta ( os enlazo el artículo "Profesión de moda: ser Blogger" donde hago referencia a un libro y blog de como pueden "vivir 5 personas con 5 euros diarios" y el de como cortarse el pelo en casa ), cada vez hay más participación ciudadana con la única finalidad de ayudar al vecino, de manera altruista y desinteresada. 


Hace dos días visité el "Banc del Temps" del meu poble, Sant Viceç dels Horts. Me encontré con tres chicos muy jóvenes y con una gran vocación social. Me explicaron en qué consistía el proyecto, la finalidad y los recursos con los que contaban (¡¡ escasísimos!!), me apunté como usuaria y como voluntaria para ayudarlos en todo lo que esté en mi mano. La finalidad de este proyecto es que las personas  cubran, entre ellas, sus necesidades a través del tiempo del que disponen  y de las habilidades con la que cuenta cada uno. Por ejemplo : ".. yo te ofrezco una hora de conocimientos de informática por una hora de arreglos en casa ( enchufes, cisterna...)." 


Los miembros de esta entidad son voluntarios y funcionan de manera altruista,  organizando horarios entre ellos ya que algunos estudian, otros trabajan y otros combinas las dos facetas. Tienen reuniones semanales para solucionar todas las dudas que vayan surgiendo y organizar actividades para darse conocer.

Os animo a que visitéis el Banco del Tiempo ( o cualquier entidad con fines similares)  que tengáis en vuestra ciudad y que intentéis participar porque este tipo de cosas nos aporta bienestar ya que, además de ayudar a los demás, nos ayudamos a nosotros mismos cuando vemos que podemos dar un poquito de felicidad al vecino. 

Ya lo decía Séneca, filósofo, político, orador y escritor romano, conocido sobre todo por sus obras de carácte moralista:

"Más agradable es dar que recibir."

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